Acompañé a mi papá hasta las puertas del pabellón. Un beso, un te quiero, un cuidate mucho de su parte, otro beso, una lágrima, un suspiro, una sonrisa, un nos vemos. Y se lo llevaron.
La espera y la angustia fue horrible, entraban y salían médicos. Unos miraban y sonreían, otros pasaban con la mirada pérdida, nadie me decía nada. Llevaba adentro cerca de una hora y mis nervios, mi miedo, mi angustia crecía y crecía.
Por momenos me distraje con un grupo de niños enfermos de cáncer que les correspondía dar un "paseo" por el hospital (para relajarse), cuánta esperanza en sus miradas, cuántas ganas de vivir, qué lección me dieron ese día.
Nuevamente la preocupación se apoderó de mí, compré un café. Mi papá tenía que llegar en ayunas a hospitalizarse y yo, no por voluntad propia, sino porque mi estómago me lo impidió, ayuné junto con él. El café algo me repuso, pero comprendí que no era la fatiga lo que inquietaba mi estómago, era la tensión....
Luego de una hora cuarenta minutos salió un doctor del pabellón, joven, atractivo, relajado, sonriente. ¿Sonriente? Eso me indicaba que mi padre estaba bien. Me saludó y me dijo lo más extraño que jamás esperé escuchar: "No se le realizó el procedimiento" .
Lo que ocurrió fue que mi papá sería intervenido por una arritmia horrible que le impedía realizar acciones tan simples como caminar más de una cuadra. Sin embargo, a dos minutos antes que empezaran con el asunto, él revirtío sólo la arritmia, o sea se le pasó, así como así, como si hubiera despertado de un mal sueño.... justo antes de que el doctor pusiera una sola mano sobre su pecho.
Lo tuvieron adentro esperando a que volviera la arritmia, pero nada, no ha vuelto hasta el día de hoy.
Le dieron el alta a medio día. Mi papá está bien, feliz y agradecido de Dios.
Luego, conversando con los doctores, nos contaron que descubrieron que la enfermedad de mi padre presenta arritmias que aparecen y desaparecen de repente. Y si no hubiera convertido en el momento preciso, y con el tipo de arritmia que él presenta, el riego de muerte se incrementaba a más del 70%. El procedimiento no es apropiado para mi padre.
Mi reflexión es la siguiente; soy reticente a creer en hechos sin explicación, pero "algo" se produjo en ese momento que permitió que mi papá no fuera intervenido. Milagro, Dios, Poder de la mente, fé, energía, magia, ganas de vivir, no lo sé. Sí estoy segura que no podía revertir la arritmia en un lugar y momento más apropiado que ese, no creo que sea simple coincidencia.
Sea lo que sea estoy feliz, él debe seguir en tratamiento, pero sólo con medicación, debe cuidarse y no esforzarse mucho, pero podrá seguir trabajando y siendo el mismo hombre alegre y amigo de siempre.
pd: gracias por sus buenos deseos amigos, seguro eso ayudo a que las cosas resultaran a nuestro favor.
Ese día estuve pendiente de ti y de tu padre todo el día...nosé como ese mensaje fantasme nunca llegó...en fin, ya hablaremos de ello.
En realidad lo que le pasó a tu padre es hermoso..nosé si llamarlo milagro (no va con mis creencias), pero pero algo mágico ocurrió...esa esa luz que te ilumina o lo iluminó al él en el último minuto para que nada sucediera...
Recuerdas cuando tenámos esas charlas filosóficas de la vida?, en que decíamos que la Vida era Perfecta?, Pues este es el claro ejemplo de ello.
PD: Si tienes el fono cortado te llamo yo, o estare al pendiente en el MSN
Un abrazo grande y no sabes cuanto me alegra que nada de la operación haya sucedido...
Saludos a tu padre!