Anoche se fue mi amado a trabajar, vuelve en una semana más, así es que mi 18 duró poco. Nos divertimos, celebramos, compartimos con quienes más queremos. Hasta la clebración de un matrimonio amigo nos salió por ahí. Obviamente disfrutamos cada minuto que estuvimos juntos. Lamentablemente las obligaciones nos han separado (nuevamente) y he quedado con una horrible sensación de vacío. Hace dos años que vivimos esta situación, y ya vamos a cumplir un año de matrimonio, pero en lugar de acostumbrarme a este estilo de vida, me pasa al revés, cada vez se me hace más difícil. Por supuesto no me quedo sola, o sea, vivo sola en mi casa, pero siempre tengo compañía; mis hermanos, mis padres, mis amigos, etc. Pero yo estoy constuyendo una familia con mi amado, y eso es lo que me falta.
Cuando él vuelve, inconcientemente le recrimino su abandono, me vuelvo muy mal genio y como que me molesta que invada mi espacio. Esto me dura un día mas o menos. No lo puedo evitar y después me arrepiento de haber perdido un día de su compañía...
Sé que en la empresa que está puede surgir y crecer como profesional, además gracias a lo que gana tenemos todas las cosas lindas que hemos conseguido. Acá en Copiapó las empresas mineras no son tan grandes ni tan importantes como en la Segunda Región, así es que, a menos que obtenga una muy buena oportunidad aquí, se seguirá manteniendo en Calama.
Yo tampoco me puedo ir a vivir allá, aún me queda un año en la Universidad...
Sólo nos queda extrañarnos, y contar los días para volver a estar juntos, para volver a ser feliz.
"SOLO Y TRISTE ESTOY, SOLA Y TRISTE ESTÁS, POR ESO VAMOS CADA NOCHE A ENCONTRARNOS EN LOS SUEÑOS"
Un matrimonio en sí es complicado, y con el tema de que deba trabajar fuera le pones todavía otro obstáculo.
Pero por lo que leo, se puede notar claramente que lo amas. Mientras tengas eso, todo lo demás es solucionable.
Saludos.