Como todos los domingo, fui a casa de mis padres a participar de uno de los innumerables almuerzos familiares, aunque faltó mi hermana Andrea, ya que anda de vacaciones con sus amiguis en la playa (qué envidia!!!), de todas formas estuvo muy entretenido y comimos rico y sabrozo.
Me vine temprano a casa, pues tenía que encerar y terminar de lavar la ropa (por cierto, me acordé que me falta aún colgar calzones y sostenes!!!).
(Se supone que hubo una pausa de 10 minutos en el post, ya que fui a colgar calzones y sostenes)
Continuando.
Entrada la tarde me dio hambre (para variar) y como no me gusta cocinar cuando estoy sola, pedí una pizza a domicilio. Mi amado me habia comprado algunas películas. Y de entre tantas que tenemos escogí una archi repetida pero que de todas formas me encanta: El Pianista.
Me instalé en el living, le di comida al Polo, mi perro (para que no me hinchara después) y me acomodé para disfrutar de la peli con una pizza familiar, TODITA PRA MÍ. No sé si las lágrimas fueron por la película o por la emoción de no tener que compartirla con nadie.... No me dí cuenta cuando sólo me quedaba un tercio!!!!! Yo la chancha no paraba de comer y todavía me quedaban 20 minutos con el pianista. Decidí guardar el uuuuuuultimo trocito de la pizza para el desayuno de manaña. Sin embargo se me hace imposible ver tele si no estoy comiendo (comida, no piensen mal, c o m i d a), así que me arrepentí y en este momento no hay evidencia alguna que me acuse de haber consumido en un dos por tres una exquisita pizza familiar.
"TRIPA VACÍA, CORAZÓN SIN ALEGRÍA"
Jajajajajaja glotona, glotona, una entera sola?????????¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡.
Te felicito, porque yo ni siquiera lo hubiera contado, estaría con un remordimiento del porte de un buque.
Saludos y cariños